La demanda es una de las principales causas de la inflación que actualmente golpea a muchas economías del mundo, pero que fuera producida por el concierto de una artista, quizá no se había visto nunca.
Así mismo, es bien sabido que la cantante Beyoncé es una de las personalidades más influyentes del mundo. Sin embargo, nadie habría creído, hasta ahora, que su poder fuera tanto como para afectar a una de las economías más grandes del planeta. Tal vez, ni ella misma habría imaginado.
Sin embargo, eso es lo que afirma el banquero Michael Grahn, alto ejecutIvo del Danske Bank, quien le declaró al Financial Times: “Beyoncé es la responsable de la sorpresiva tendencia alcista de este mes. Es totalmente asombroso. No habíamos visto esto antes”.
Grahn lo cree así debido al efecto que han tenido en los precios los conciertos que la cantante estadounidense dio en Estocolmo los pasados 10 y 11 de mayo, que marcaron el comienzo de su esperada gira mundial, Renaissance World Tour.
Para mayo, Suecia esperaba una caída en la inflación, pero lo que se podría llamar “el huracán Beyoncé” frustró esas esperanzas.
Ello debido a que unos 100.000 fans acudieron en masa a la capital para presenciar los dos conciertos, cuya boletería se agotó.
La inusitada afluencia de gente disparó los precios de los hoteles tanto de Estocolmo como de sus alrededores, de modo que el ente encargado de las estadísticas del país escandinavo informó el miércoles que la inflación subyacente, la cual no incluye los cambios en los precios dela energía, solo cayó 0,2 puntos porcentuales entre abril y mayo a 8,2 por ciento, lo cual implica una reducción mucho menor a la esperada por los economistas.
La oficina también corroboró que los precios de estadía en hoteles, eventos culturales y restaurantes subieron significativamente, en particular por los días de las presentaciones de Beyoncé.
Para el banquero Grahn, la cantante aportó 0,2 puntos porcentuales a las alzas.
Por su parte, la oficina de estadísticas registró que los hoteles son los responsables del 0,3 por ciento de la tendencia alcista, en tanto que cultura y recreación lo son del 0,2 por ciento.
La cantante ha desatado la locura entre sus seguidores, ya que hacía siete años que no realizaba una gira. Ello explica la alta demanda internacional por los boletos para sus recitales.
En el caso de sus fans estadounidenses, se sabe que muchos viajaron a Suecia para aprovechar que la corona, moneda local, es débil frente al dólar, y que los precios de los tiquetes resultaban significativamente más baratos que en su país.
De acuerdo con The Times, de Londres, muchos de los que hicieron parte de esa desbandada por los conciertos de Beyoncé en Estocolmo contaron que, como allí se agotaron las habitaciones de hotel, les tocó alojarse en establecimientos alejados y que inflaron sus precios ante el incremento de la demanda.
Los expertos esperan que, pasado el “efecto Beyoncé”, los precios bajen, aunque hay quienes advierten que no se puede cantar victoria en ese sentido, si se tiene en cuenta que, a finales de junio, Bruce Springsteen, todo un ídolo allí como en tantos países, cantará durante tres noches en Gotemburgo, lo cual podría suscitar el mismo fenómeno de su compatriota.